Historia

La iglesia católica de San José es una de las parroquias más antiguas del norte de Texas. Fue una de las ocho iglesias establecidas en la región entre 1872 y 1890. Esta oleada de construcción de iglesias en el norte de Texas formaba parte de un esfuerzo mayor del obispo de Galveston por atender a la población católica del estado, que crecía rápidamente. Entre 1840 y 1880 el número de católicos que vivían en Texas pasó de 40.000 a 150.000, un aumento que reflejaba el crecimiento general de la población en la zona, especialmente en los años posteriores a la Guerra Civil.

Para servir a una población diversa de católicos mexicanos, europeos y angloamericanos, el obispo reclutó en gran medida a europeos, trayendo congregaciones católicas de hombres y mujeres. Los inmigrantes católicos llegaron a Waxahachie en la década de 1860 y principios de 1870 para construir el juzgado y trabajar en los ferrocarriles que servían a la zona. Estos católicos, muchos de ellos irlandeses, practicaban su fe en casa entre las visitas de los sacerdotes misioneros que viajaban por la zona una o dos veces al año para decir misa y administrar los sacramentos.

En 1874, el obispo asignó al padre Claude Marie Thion para atender a los católicos de los condados de Ellis y Hill. Por esa misma época, el obispo asignó al padre Pierre Francois Chandy para atender a los católicos de los condados de Navarro y McClellan. Los dos sacerdotes compartían vivienda en Corsicana, donde se había construido una iglesia católica dos años antes, en 1872. Desde esta base, los dos hombres viajaban cientos de millas cada mes a caballo para servir a sus feligreses. El padre Thion sirvió a los católicos de Waxahachie hasta finales de la década de 1880.

Junto con la asignación del padre Thion al condado de Ellis en 1874, la diócesis compró tres lotes de terreno entre las calles College y Jackson. John Solon, Peter Cogley y Peter Laughlin, canteros o yeseros irlandeses que se habían trasladado a Waxahachie para trabajar en el palacio de justicia, construyeron una pequeña iglesia de ladrillo, de 26 pies de ancho por 56 pies de largo. Detrás de la iglesia, situada justo al norte del juzgado, se construyeron una pequeña aula para la educación religiosa y un cementerio. La iglesia es uno de los ocho lugares identificados en un mapa de Waxahachie de 1876. Un segundo mapa de la ciudad, elaborado diez años después, muestra la adición de una pequeña cruz en el campanario.

Se calcula que en 1890 había unos 15.000 católicos viviendo en el norte de Texas. La zona contaba con veinticinco iglesias, diecisiete sacerdotes, tres hospitales, cinco academias para niñas, tres internados para niños, un orfanato y ocho conventos. Este importante crecimiento es aún más increíble si se tiene en cuenta que la primera misa de la que se tiene constancia en Dallas se había celebrado apenas treinta años antes, en 1859, en casa del fabricante de carruajes Maxime Guillot. El tremendo crecimiento de la población en el norte de Texas, así como en el resto de Texas, llevó al obispo Gallagher de la diócesis de Galveston a proponer que el norte de Texas se separara de la diócesis de Galveston. En marzo de 1890, el obispo Gallagher presentó su plan a una reunión de obispos en Nueva Orleans. La solicitud fue enviada a Roma, donde fue aprobada en julio de ese mismo año.

La población católica de Waxahachie se había duplicado cuando se estableció la diócesis de Dallas. La pequeña iglesia de ladrillo ya no podía satisfacer las necesidades de los feligreses. Además, la iglesia estaba en mal estado.

En 1892 el obispo de Dallas vendió la propiedad de la iglesia a los metodistas por 1.500 dólares y posteriormente compró cuatro acres y medio en la calle Marvin. La antigua iglesia fue derribada, aunque la piedra angular y parte de los cimientos se salvaron para su uso en la nueva iglesia. Los cadáveres que había en el cementerio detrás de la iglesia original se trasladaron al cementerio de la ciudad. El padre Thomas Coyne supervisó la construcción de la nueva iglesia de madera, que se inauguró en agosto de 1892.

Poco después de terminar la iglesia, los feligreses construyeron una pequeña rectoría de madera adyacente a la iglesia. Los feligreses esperaban que al construir una estructura permanente para albergar al clero se pudiera asignar un párroco residente a la iglesia. En 1895 esa esperanza se hizo realidad cuando la diócesis nombró al padre J. J. Dolje como primer párroco residente de la iglesia. Además de servir a los católicos de San José, el Padre Dolje sirvió en las misiones de Hillsboro, Itasca, Mansfield y Britton, visitando cada una de estas misiones una vez al mes por tren.

En la primera mitad del siglo XX, el número de católicos en Texas siguió aumentando como resultado de una serie de influencias económicas, políticas y religiosas que trajeron un flujo constante de inmigrantes a Texas. A pesar de este crecimiento constante, la Iglesia católica también experimentó reveses, sobre todo el resurgimiento del Ku Klux Klan, un movimiento nativista que se oponía a los católicos, los judíos, los afroamericanos y otros elementos "extranjeros". En 1923 el Klan contaba con 150.000 miembros en el norte de Texas. Aunque la comunidad católica sufrió la intolerancia religiosa del Klan, los sacerdotes y laicos católicos, incluidos los Caballeros de Colón, fueron fundamentales para defender a la iglesia católica contra el Klan.

La comunidad católica de San José también aumentó. En 1953, la parroquia contaba con cien familias. Se formó un comité parroquial para hacer planes para una iglesia más grande y más sustancial para servir a la creciente comunidad. Utilizando la piedra angular de la iglesia original, la tercera iglesia se completó a finales de 1954 bajo la dirección del Padre William Botick. La iglesia se inauguró en mayo de 1955. La iglesia de madera y la rectoría se reubicaron en la parte trasera de la nueva iglesia; la antigua iglesia se utilizó como salón parroquial con una cocina, mientras que la rectoría se convirtió en cuatro áreas de enseñanza y una guardería.

La iglesia experimentó un crecimiento constante en la segunda mitad del siglo XX. En 1973 se inauguró un nuevo salón parroquial y un centro educativo. La Escuela Católica San José abrió sus puertas en 1992. En 1994, la iglesia comenzó a hacer planes para construir una nueva iglesia, la cuarta en la historia de la parroquia, ya que la comunidad parroquial, que contaba con casi 2.000 personas, se había quedado pequeña. Aunque los esfuerzos para construir la iglesia se estancaron, el Centro Parroquial de la Familia se completó en la primavera de 2001 y para ese otoño el PFC se utilizó para el horario regular de misas de fin de semana.

Desde el año 2000, la comunidad parroquial ha aumentado a más de 2.100 familias, con un total de casi 7.000 feligreses. Los esfuerzos por construir una nueva iglesia se hicieron finalmente realidad en 2015, cuando bajo el liderazgo del padre Martín Moreno, la comunidad parroquial celebró la colocación de la primera piedra de la nueva iglesia.