La Santísima Eucaristía

"La santísima Eucaristía es el sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe el mismo Cristo Señor, y por el que la Iglesia vive y crece constantemente. El sacrificio eucarístico, memorial de la muerte y resurrección del Señor, en el que se perpetúa a lo largo de los siglos el sacrificio de la cruz, es la cumbre y la fuente de todo el culto y la vida cristiana; significa y realiza la unidad del pueblo de Dios y logra la edificación del Cuerpo de Cristo. Los demás sacramentos y todas las obras eclesiásticas de apostolado están estrechamente relacionados con la Sagrada Eucaristía y se dirigen a ella". (Código de Derecho Canónico, canon 897)

El Santísimo Sacramento se reserva en el tabernáculo y está disponible para la oración privada en la capilla de martes a viernes y en la iglesia los fines de semana.

Los horarios de misa y adoración están en la página de inicio.

Eucaristía a los enfermos y encerrados

La comunión se lleva a los feligreses que no pueden asistir a la misa. Los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión llevan la comunión a personas en el hospital, hogares de ancianos y a aquellos que no pueden salir de sus casas. Por favor llame a la oficina parroquial al 972.938.1953 para hacer los arreglos.

Preparación para niños y jóvenes

Para recibir el sacramento de la Santísima Eucaristía, la Iglesia exige que los niños y los jóvenes tengan un conocimiento suficiente y una cuidadosa preparación para comprender el misterio de Cristo según su capacidad, y puedan recibir el Cuerpo del Señor con fe y devoción.

Requisitos para la preparación

Al llegar a la edad de la razón, cada niño debe recibir la catequesis adecuada para una celebración fructífera del Sacramento. Esta catequesis debe adaptarse al desarrollo académico, emocional y espiritual del niño. La preparación para el sacramento de la Eucaristía es un proceso de dos años que puede comenzar desde el primer grado.

Se requiere la membresía de la parroquia o una carta de su parroquia anterior antes de inscribir a los niños en la formación de fe.

Maestros primarios de la fe

El papel de los padres como primeros maestros de la fe no es sustituido por el párroco o los catequistas. El párroco y los catequistas apoyan a los padres en la preparación y el discernimiento de la disposición de los que reciben un sacramento.

Si tiene preguntas sobre el programa de Primera Comunión, por favor contacte a Nancy Martínez en la Oficina de Formación.

Requisitos para recibir

Para recibir la santa comunión, una persona debe

1. Bautizarse,

2. No bajo excomunión o interdicto,

3. En estado de gracia, y

4. Observar el ayuno eucarístico.

No es necesario recibir la comunión para cumplir con la obligación de participar en la misa.

Estado de Gracia

Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor de manera indigna, será culpable de profanar el cuerpo y la sangre del Señor. Que el hombre se examine a sí mismo, y así coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe juicio sobre sí mismo.

1 Corintios 11:27-29

Una persona que es consciente de un pecado grave no debe recibir el cuerpo del Señor sin una confesión sacramental previa, a menos que haya una razón grave (por ejemplo, peligro de muerte) y no haya oportunidad de confesarse.

Si has cometido un pecado mortal que aún no has confesado, Jesús te espera para perdonarte en la confesión.

El ayuno eucarístico

Antes de recibir la comunión, ayunamos de alimentos terrenales, ya que nos damos cuenta de que la Eucaristía no es pan y vino, sino el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es mucho más difícil disponernos a recibir a Cristo si estamos llenos de alimentos terrenales.

A person who is to receive the Most Holy Eucharist is to abstain for at least one hour before holy communion from any food and drink, except for only water and medicine. However, it is laudable to fast for three hours or from midnight on (in keeping with most ancient tradition) before receiving the Body and Blood of our Savior.

Los ancianos, los enfermos y quienes los cuidan pueden recibir la Santísima Eucaristía aunque hayan comido algo en la hora anterior.

Para los que no pueden recibir

Si no puedes comulgar, la Iglesia te anima a realizar un acto de comunión espiritual durante este tiempo.

Jesús mío, creo que estás presente en el Santísimo Sacramento. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que en este momento no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Te abrazo como si ya estuvieras allí y me uno totalmente a Ti. No permitas nunca que me separe de Ti. Amén.

Permanezcan en su banco durante la comunión. El padre bendecirá a todos al final de la misa. 

Recibir la Santa Comunión

Acércate al sacerdote o al diácono con las manos cruzadas, como las de la Virgen de Guadalupe. Cuando llegue al sacerdote o al diácono, arrodíllese en el reclinatorio. El sacerdote o diácono dice: "Corpus Christi". Tú respondes: "Amén", luego extiendes la lengua, inclinas la cabeza ligeramente hacia atrás y cierras los ojos (estas dos últimas cosas ayudan al sacerdote o diácono). El sacerdote o el diácono colocará la hostia en tu lengua, momento en el que consumes al Señor.

Si eliges recibir de pie, cuando llegues ante el sacerdote o el diácono inclina la cabeza antes de recibir.

¿Por qué recibimos en la lengua?

La Eucaristía es Dios. Nos presentamos ante Dios con temor. Él se ha rebajado a estar presente físicamente; debemos hacerle justicia tratándole con reverencia.

En circunstancias ordinarias, ninguna mano puede tocar la Eucaristía, excepto las ungidas en el orden sagrado: las manos del sacerdote y del diácono. Esta restricción no se debe a que el sacerdote y el diácono sean algo especial, sino a que Dios es especial.

Recibir en la lengua también evita los peligros de profanación de la Eucaristía, ya sea accidental o maliciosa. Cada partícula que se desprende de la hostia sigue siendo el Cuerpo de Cristo. Por eso, el sacerdote puede parecer que tiene las manos torcidas después de la consagración: no quiere que ninguna partícula caiga sobre el misal o sea pisoteada. Estos peligros se reducen cuando se recibe en la lengua, ya que cualquier partícula que no caiga en el copón o la patena caerá en la boca del comulgante y se consumirá.

Indulto en Estados Unidos

En Estados Unidos, debido a un indulto (un favor especial concedido temporalmente), además de recibir en la lengua, se permite recibir la comunión en la mano.

Para los que eligen recibir en la mano:

• Tus manos deben estar limpias.

• Si se es diestro, la mano izquierda se apoya sobre la derecha. La hostia se colocará en la palma de la mano izquierda y luego se llevará con la mano derecha a la boca. Si se es zurdo esto se invierte.

• Coloque la hostia por completo en su boca antes de alejarse del ministro.